
El brutal asesinato de cinco miembros del Movimiento Campesino del Aguán (MCA) a manos de los guardias de seguridad del productor palmero Miguel Facussé Barjum, no es más que la evidencia irrefutable de una política de Estado que apunta a aniquilar cualquier forma de protesta social y la lucha por el acceso a la tierra. Bertha Oliva, coordinadora nacional del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), habló con Sirel sobre este difícil momento que vive el país.
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