
El asesinato de tres miembros del Movimiento Unificado Campesino del Aguán (MUCA) el pasado 17 de agosto y el incumplimiento de varios puntos del Convenio firmado con el gobierno, hicieron nuevamente crecer la tensión en el Bajo Aguán. La organización campesina denuncia el silencio del gobierno y la estrategia dilatoria y represiva de los latifundistas productores de palma africana. Advierte que la paciencia se está acabando.
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